miércoles, 4 de marzo de 2009

hasta situarme en Antequera....


Antequera, un día de julio, después de echar la matrícula, fuimos toda la trupe a buscarme piso donde empezar mi vida antequerana.
Buscaban un mujer que me pudiera quedar con ella en su casa, y de camino cuidarla, o yo que se, pero a eso me negué totalmente, y después de llamar a muchos teléfonos y visitar casas donde se podría haber rodado películas como Sisí, de antiquísimas y siniestras que eran, sin ventanas y con muebles chirriantes, vamos, casones típicos de la zona (salía llorando de todas, menos mal que mi madre entendía que eso no era sitio para vivir), decidimos ir a la facultad y preguntar a Sor Gracia por si conocía algún piso de chicas que quisieran compartir, ella nos dijo que un poco atrás había una mujer, Oliva, que tenía su casa acondicionada como una residencia. Y alli que fuimos y había camas! Me dió muy buena impresión, se me iluminó la cara, y mi madre me lo notó, jejeje. Una anécdota que aún me recuerda Oliva es que cuando llegamos, nos sentamos en el sofá mi abu y yo y a mi lado mi novio de aquel entonces, y dijo mi abu: Oliva, que yo no soy el novio, eh!
Ese verano pasó y llegó Septiembre, primer día de resi y de clase, ¡qué nervios! conocería a mi compañera de habitación y a los de clase...Ese día no había red de vodafone, y yo en la resi, que me habían dejado por primera vez sola.
Fue cuando conocí a la que iba a ser mi famila en los tres años de carrera.

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